viernes, 25 de septiembre de 2009

EVOLUCIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA

En esta unidad didáctica tendrás que valorar la progresión de tu condición física a lo largo del curso. Para ello es interesante que conozcas la evolución de las capacidades físicas básicas del individuo y sus posibilidades de mejora con el entrenamiento. ¡Presta atención al siguiente artículo!

Entendemos por CONDICIÓN FÍSICA el estado dinámico de energía y vitalidad que permite llevar a cabo las tareas de la vida cotidiana y deportiva como pasear, correr, subir las escaleras, agacharse... Lo que se pretende es conseguir un desarrollo armonioso de las capacidades físicas básicas (resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad) para proporcionar una buena calidad de vida.
Debemos saber que la condición física general está configurada por la formación y el desarrollo de los sistemas cardiovascular, respiratorio, muscular y la movilidad de las articulaciones, y constituye la base de todas las actividades y el deporte.
Veamos qué CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS se dan en los movimientos cotidianos de una forma más o menos natural. En primer lugar encontramos la flexibilidad entendida como la capacidad de realizar movimientos de máxima amplitud en una articulación determinada.

Frente al resto de capacidades motrices, la flexibilidad es regresiva desde los primeros años de vida. Por esta razón es conveniente entrenarla para mantener unos niveles óptimos. Se posee un buen nivel de flexibilidad hasta los 10 años, gracias a una gran plasticidad ósea, ligamentosa y articular. En la pubertad y la adolescencia, debido al desarrollo muscular y óseo, empieza a producirse una pérdida importante de flexibilidad. Hacia los 20 o 22 años ya sólo se tiene un 75% del nivel inicial. Es importante mantener una correcta flexibilidad para conseguir una mejor calidad de vida en la tercera edad.





Otra capacidad física básica de la que debemos hablar es la resistencia entendida como la capacidad de mantener un esfuerzo el máximo tiempo posible retrasando la aparición de la fatiga.

La evolución de la resistencia es ascendente con la edad. Los niños menores de 7 u 8 años no pueden realizar esfuerzos máximos de resistencia, debido a una incapacidad propia de la infancia de metabolizar el ácido láctico. De los 8 a los 12 años de edad hay un crecimiento sostenido de la resistencia. De los 13 a los 22 años aumenta hasta el 90% del total. De los 22 a los 28 años se alcanza el límite máximo de resistencia, umbral que puede alargarse hasta los 30 o 35 años, decreciendo entonces si no se entrena.

La tercera capacidad básica a tratar es la fuerza. Es la capacidad de crear tensión intramuscular.
La evolución de la fuerza es ascendente hasta que inicia una regresión progresiva. De los 8 a los 12 años no hay un aumento sustancial de la fuerza, pero los niños tienen una fuerza relativa mayor que la de los adultos. En la pubertad se alcanza un 90% del total, debido a la creciente producción de hormonas que provoca un aumento de masa muscular, sobre todo en los varones. De los 19 a los 25 años se completa el crecimiento muscular y entre los 25 y los 30 años se consigue la máxima fuerza.
La última capacidad básica de la que vamos a hablar es la velocidad entendida como la capacidad de realizar uno o varios movimientos en el menor tiempo posible. Sobre esta capacidad diremos que de los 8 a los 12 años hay un aumento continuo de la velocidad debido a que el sistema nervioso madura rápidamente y los niveles de fuerza también aumentan. A partir de los 12 años se alcanza progresivamente el 95% de la máxima velocidad. De los 18 a los 25 años se mantiene el máximo nivel y a partir de aquí, éste disminuye progresivamente pudiendo mantenerse en unos valores óptimos, con entrenamiento hasta los 30 o 32 años. El desarrollo de la velocidad es parecido en los dos sexos

No hay comentarios:

Publicar un comentario